Huele a verano, y ahora más que nunca no debemos bajar la guardia con el protector solar.
Pero la elección no es nada fácil. Con tantas marcas, texturas y formatos, ¿cómo elegir el más adecuado para tu piel sin volverte loca?
Te lo cuento.
Pero espera, empecemos por lo básico.
¿Qué es la protección solar?
La Comisión Europea define los productos de protección solar como cualquier preparado de aplicación sobre la piel humana con la finalidad principal de protegerla de la radiación UV absorbiéndola, dispersándola o reflejándola.
Puede presentarse en forma de crema, gel o aerosol. Actualmente comenzamos a ver otro tipo de formatos novedosos como son los comprimidos orales o nutricosméticos.
“Vale, entendido”.
Ahora vamos con las razones.
¿Por qué usar protección solar facial?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la radiación solar ejerce un efecto negativo para la salud humana. Este efecto está vinculado a algunos tipos de cánceres, enfermedades oculares y envejecimiento prematuro de la piel.
Ojo.
Los efectos son diversos.
A corto plazo: insolaciones, bronceado, quemaduras solares o alteraciones del sistema inmunológico.
A largo plazo: fotoenvejecimiento cutáneo, alteraciones oculares y la fotocarcinogénesis.
Por eso, para evitar este tipo de daños es muy importante usar protección solar facial ( y en todo el cuerpo).
¿Qué tipo de protección solar existe?
Para poder comprender los tipos de protección solar que existen, debemos conocer qué tipos de radiaciones pueden afectar a la piel y cómo.
Si hablamos de radiación solar podemos distinguir: radiación UVB, radiación UVA, además de la luz visible y luz infrarroja.
La radiación UVB es la responsable de casi del 90% de las quemaduras solares.
La radiación UVA es la responsable del fotoenvejecimiento prematuro y de la pigmentación de la piel. Vamos, del famoso bronceado o de las manchas provocadas por el sol.
La luz visible y la luz infrarroja son radiaciones muy poco energéticas que intensifican el daño generado por las radiaciones UV.
Pero ¡cuidado! es importante no obviar sus efectos, ya que pasamos mucho tiempo expuestos a las pantallas de nuestros dispositivos electrónicos (móvil, ordenador, tablet, tv..). Estos emiten una luz azul que forma parte de la radiación visible.
Tipos de protectores o filtros solares.
Existen varios tipos de filtros solares que debes conocer para elegir la protección solar más idónea.
Son tres: físicos, químicos y biológicos.
Los filtros físicos son sustancia de origen mineral que reflejan, dispersan o refractan la radiación solar. Entre sus componentes están: el dióxido de titanio, óxido de zinc, silicio, talco, calamina, mica, caolín, ictamol.
Los filtros físicos suelen dejar esa espesa capa blanca característica de los fotoprotectores para niños. La industria cosmética, en sus intentos de hacerlos más estéticos y facilitar su aplicación, introdujo estos mismos componentes en forma de nanopartículas.
Pero esto ha creado una enorme controversia, ya que el uso de partículas de tan pequeño tamaño, hace que el producto se absorba mejor. La parte negativa es que estas nanopartículas han sido catalogadas como precursoras de cáncer.
Hasta el momento, solo se conoce que dichas nanopartículas no pueden atravesar la piel y llegar al torrente sanguíneo, pero sí que pueden penetrar en el organismo a través de las vías respiratorias.
Por eso, debes asegurarte que el protector solar que uses, si es en spray, no contenga estas nanopartículas.
Y en caso de que las contenga, optar por un producto en formato crema.
Los últimos avances en cosmética han optado por el uso de nanopartículas encapsuladas con el fin de evitar los posibles daños.
Así que, preocúpate, lo justo. Pero sí tienes que estar informada.
Seguimos.
Los filtros químicos son sustancias sintéticas complejas capaces de absorber la radiación solar, transformarla en calor y convertirla en una longitud de onda distinta que sea inofensiva para la piel. Son sustancias que atraviesan la barrera cutánea y con ella sus consecuencias.
Aunque todos los ingredientes usados en cosmética deben estar permitidos por la ley, según si su uso es tópico o si pasa al interior del organismo, pueden generar consecuencias como por ejemplo intoxicaciones. Por lo tanto, que sean tóxicos no implica que estén prohibidos ya que su toxicidad puede depender de su uso.
Ambigüedades de la ley ya sabes.
Estos son los ingredientes que puedes encontrar en tu protector solar y que te indican que estás ante un filtro químico.
Los más comunes son:
– filtros UVB: PABA y derivados, Cinamatos, Salicilatos, Octocrileno, Ensulizole, 4-MBC (4-Methylbenzyllidene Camphor).
– filtros UVA: Benzofenonas, Antranilatos, Mexoryl SX.
– Filtros alto espectro: Tinosorb M, Tinosorb S, Iscotrizinol
Si examinamos solo los ingredientes permitidos por la Unión Europea, podemos encontrar varios que provocan daños en el organismo; alergias, irritación en la piel o de las mucosas o que son disrruptores endocrinos. Es decir, que alteran el equilibrio hormonal de los organismos.
Cuidado aquí las embarazadas.
Si quieres saber cómo protegerte del sol durante el embarazo, dímelo y preparo un artículo sobre el tema. Mientras tanto te dejo el enlace a un post muy interesante sobre filtros solares que desarrolla en profundidad cada ingrediente de los filtros químicos.
Ahora, vamos con los filtros biológicos. Son sustancias con función antioxidante que contrarrestan el daño oxidativo que produce la exposición a la radiación solar. Su actuación protectora es baja pero son un excelente complemento a los filtros físicos y/o químicos.
Entre los ingredientes de los filtros biológicos podemos encontrar la vitamina C, la vitamina E, el resveratrol, la coenzima Q10. También inmunoprotectores como Polypodium leucotomos extract o enzimas reparadoras del ADN como Anacystis nidulans, micrococcus Iysate y Physalis angulata extract.
Actualmente ha aparecido un formato novedoso para este tipo de filtros biológicos muy cómodos de usar y generan una serie de beneficios a tener en cuenta muy en cuenta.
Son los nutricosméticos.
Al tratarse de complejos vitamínicos, como es ANTIOX N5, además de muy cómodos de usar( ya que se ingieren), protegen la piel de todo el cuerpo y son una fuente de nutrientes que mejoran el estado general del organismo a diferentes niveles, no solo a nivel tópico.
Si quieres saber más sobre ellos, puedes echar un vistazo aquí.
Entonces, ¿qué SPF debo usar?
Para elegir qué protector solar nos conviene, debemos tener en cuenta una serie de factores, como nuestro fototipo de piel.
Éste depende de nuestras características físicas.
En el siguiente cuadro están recopiladas las características que debemos observar para reconocerlo.
Conocer el fototipo de piel que tenemos nos permite la verificación del SPF o Factor de Protección Solar que debemos buscar.
El SPF es un factor multiplicador del tiempo de exposición que nuestra piel puede estar expuesta a la radiación UVB proveniente del sol sin protección alguna. De este modo, un protector solar de SPF 50 multiplica por 50 el tiempo que nuestra piel tolera este tipo de radiación.
Pero el SPF no es la única característica que debemos tener en cuenta para elegir el protector solar más adecuado para nuestra piel.
El mercado cosmético ofrece una gran oferta de protectores solares cada vez son más completos respecto a los diferentes tipos de radiación. En muchos de los casos, el etiquetado nos indica que también nos protegen de la radiación UVA. Según la normativa, para que un fotoprotector nos proteja de la radiación UVA, deben aparecer las siglas PA seguidas del signo +. Cuantos más signos + aparezcan junto a las siglas, mayor será su protección UVA. Otra forma de indicar la protección ante la radiación UVA es cuando se le hace mención dentro de un círculo.
Un protector solar completo también debe protegernos de la radiación de luz visible e infrarroja. Esto suele venir expresado en el etiquetado como Tecnología Full Light.
Pero esto no acaba aquí.
También podemos elegir un protector solar resistente al agua. Esto viene expresado en la etiqueta como water-resistant y nos indica que tras una inmersión de 40 minutos queda el 70% del valor del SPF.
Además, si queremos un plus en protección, existen protectores que tienen resistencia al sudor, lo cual se indica con la expresión sweatproof o rubproof, y que son ideales para los deportistas. También existen protectores que contienen aceleradores del bronceado, es decir, que contienen ingredientes que favorecen la producción de melanina. Y existen protectores que contienen sustancias antiedad, como antioxidantes o aclarantes de la piel.
En fin, variedad.
Dado que los protectores solares no nos protegen de la radiación al 100%, está prohibido que en su etiquetado aparezcan expresiones como “protección total” o “pantalla total”.
¿Qué más debo tener en cuenta para elegir mi protector solar?
Solemos usar diferentes protectores solares para la cara y para el cuerpo. Y aunque no es imprescindible, debemos ser conscientes de que la piel del rostro está más expuesta a muchos otros factores además de la radiación, como pueden ser la contaminación o el uso de maquillaje.
Esta zona requiere de mayor atención y un cuidado un poco especial. Para ello, debemos tener en cuenta el estado en que se encuentra la piel de nuestro rostro y una de las cosas a la que le solemos prestar atención dentro de este apartado es a la tendencia a generar más o menos grasa. En este caso, el sector cosmético ofrece protección solar para piel grasa que suelen tener una textura más ligera, se denominan oil-free.
Otra característica a tener en cuenta puede ser el olor, si eres amante de los buenos aromas.
Además, existen protectores solares con color, simulando el uso de un dos en uno: protector solar y base de maquillaje.
Y ya puestas, también podemos elegir el formato. En spray, recomendables para el cuerpo, aunque tienes que tener en cuenta usar solares sin nanopartículas. Y formatos stick, que pueden venir bien para el contorno de ojos, para los labios y para otras zonas más específicas como las que tienen tatuajes.
¿Cómo usar la protección solar?
En caso de usar un protector solar físico o químico, debemos aplicar dicho preparado por todas las zonas del cuerpo. Según los dermatólogos se recomienda aplicar unos 2 mililitros de crema protectora por cada 2 centímetros cuadrados de piel. Para que tengamos una referencia, en el caso de zonas como el rostro, la cantidad adecuada a aplicar puede determinarse usando como medida una línea de protector solar sobre los dedos índice y corazón. En la siguiente imagen lo puedes observar mejor.
No obstante, aunque usemos un protector solar con un SPF adecuado a nuestro fototipo de piel y apliquemos la cantidad correcta, los expertos recomiendan reponer la protección solar como mucho cada 2 horas para prolongar su efecto en el tiempo, ya que puede perder eficacia debido al sudor, al agua, al roce de la piel con la ropa, etc.
¿Qué otras recomendaciones debemos tener en cuenta para evitar el daño solar?
Además de usar protección solar, se recomiendan una serie de pautas:
- No permanecer mucho al sol.
- Evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas.
- No exponer al sol a los menores de 3 años y en caso de no poder evitarlo, usar protección solar para bebés.
- Utilizar protector solar incluso en días nublados.
- Ante cualquier cambio en manchas o lunares, acudir a un especialista.
- Proteger la piel y los ojos usando prendas y gafas.
- Extremar la precaución en las zonas más sensibles.
Protección solar y maquillaje.
La protección solar facial debe incorporarse como paso final de nuestra rutina cosmética y previo a la aplicación del maquillaje. Todos los días del año.
Existen cremas con protección solar incorporada. Este formato de crema no suelo recomendarlo ya que debemos ser conscientes de que la función de una crema es ser absorbida por la piel para generar un beneficio mientras que la protección solar no se absorbe, sino que es un producto debe quedar depositado sobre la piel a modo de película para protegerla. Pero es preferible usar una crema con protección solar a no usar nada.
Una vez maquilladas, es importante reponer dicha protección. Para ello existen en el mercado múltiples productos en formato polvos o spray que permiten su reposición sin modificar el acabado del maquillaje. Aquí te dejo uno de La Roche-Posay que suelo recomendar y te puede resultar interesante.
También debemos usar protector solar incluso si no salimos de casa, ya que actualmente estamos constantemente expuestos a la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos y este hecho también puede dañar nuestra piel.
Protección solar y absorción de vitamina D.
¿Si usamos protección solar podemos tener problemas de absorción de la vitamina D? Esta es una pregunta que se repite. La protección solar no evita totalmente la exposición de nuestra piel al sol, por lo que cualquier tipo de filtro no supondría un problema para la absorción de esta vitamina. No obstante, hay profesionales médicos que recomiendan tomar diariamente el sol en las horas de baja intensidad durante 10-15 minutos para favorecer la absorción de la vitamina D.
Protección solar natural y ecológica.
Cada vez hay más tendencia a que los protectores solares se compongan de ingredientes de origen natural, preferiblemente veganos y sobre todo que respeten la biodiversidad de los océanos.
Ya sabes que algunos ingredientes usados en cosmética pueden ser fatales para la fauna y la flora marina. Para que te hagas una idea, se calcula que cada año, 14.000 toneladas de crema solar acaban en los océanos. Se estima que casi el 80% de los corales del Caribe han desaparecido en los últimos 50 años debido a la contaminación por productos químicos, entre ellos, los provenientes de productos cosméticos.
Además, la presencia de nanopartículas en los protectores solares también acaba en el agua y son ingeridas por los peces que pueden incorporarse a la cadena alimentaria haciendo que dichas nanopartículas acaben en nuestro torrente sanguíneo produciendo los mencionados daños.
El uso de este tipo de protectores que aportan valor natural y ecológico suponen un extra, ya que no solo nos cuidamos a nosotros también al planeta. Eso sí, debemos asegurarnos de que son seguros para nuestra piel y que nos protegen de todo el espectro de radiación mencionado.
La industria cosmética cada vez avanza más en este campo y nos ofrece productos cada vez más concienciados con el medio ambiente y con la salud.
Protección solar casera
De los productos cosméticos que menos recomiendo usar de forma casera, son los protectores solares. Si queremos protegernos sin usar químicos propongo como alternativa usar prendas fabricadas con tejidos con protección solar, gafas de sol, sombreros o gorras, evitar las horas de mayor exposición solar y usar sombrillas.
En internet puedes encontrar millones de “recetas” para fabricar protectores solares pero con lo que ya sabes tras leer esta publicación, ¿crees que es sencillo fabricar en casa un protector solar seguro?
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