Mi primer tratamiento facial fue una limpieza de cutis. Estábamos a finales de los 90 y era la primera vez que visitaba un centro de estética profesional. Recuerdo que me costó muchísimo convencer a mi madre para que me llevara y que era lo que más deseaba en ese momento porque lo había leído en mi revista juvenil favorita, la SUPERPOP. Ya ha llovido desde aquello.
El concepto de limpieza facial, genera confusión debido a la evolución terminológica que ha sufrido con el paso del tiempo.
En la actualidad, denominamos limpieza facial al primer paso de la rutina de belleza que llevamos a cabo en casa durante nuestro día a día.
La limpieza facial es el paso más importante de tu rutina diaria, ya que sin una piel limpia no se puede llevar a cabo un tratamiento adecuado.
Consiste en usar uno o varios cosméticos que nos ayuden a eliminar las impurezas de la piel, como son el maquillaje, el protector solar, el sudor, la contaminación.
Generalmente, se suele llevar a cabo dos veces al día: a primera hora de la mañana y antes de dormir; y suele constar de un paso o de dos pasos, como es el caso de la doble limpieza.
Éste término, limpieza facial, tiende a confundirse con el término higiene facial o limpieza profesional.
La higiene facial o limpieza profesional (o “limpieza de cutis”, como lo llamé al principio de esta entrada) ha evolucionado desde aquella bonita experiencia de juventud casi tanto como yo. Ya nadie lo llama “limpieza de cutis”, salvo las que vivimos en esa época.
La higiene facial o limpieza profesional es un término empleado para describir un proceso que tiene lugar en un centro estético especializado y que incluye una serie de pasos que eliminan la suciedad de la piel en profundidad.
Generalmente, la higiene facial o limpieza profesional se resume en una serie de pasos:
1. Limpieza profunda
Consiste en eliminar cualquier resto de suciedad superficial, bien sea maquillaje, protector solar, crema o suciedad acumulada.
2. Exfoliación.
Consiste en eliminar en profundidad cualquier resto de suciedad, incluyendo las “células muertas” que se desprenden de manera natural durante el ciclo de renovación de la piel.
Este paso es muy importante llevarlo a cabo ya que la exfoliación ayuda a la piel a renovarse y a que la rutina cosmética diaria sea más efectiva.
3. Extracción.
Se lleva a cabo con ayuda de algún tipo de dispositivo, el cual depende de la técnica que nos apliquen en el centro al que visitemos para realizar la higiene.
Consiste principalmente en la extracción de comedones o puntos negros, que no es más que restos de sebo que se acumulan en los poros. Este paso solo se realiza si es necesario y es importante que no deje marcas.
La parte más placentera de este paso es el habitual masaje que se suele aplicar tras finalizar dicha extracción.
4. Mascarilla
La aplicación de mascarilla se usa para eliminar los restos de suciedad que no hayan sido eliminados durante la etapa de extracción, ya que remueve las secreciones, los detritus celulares y las impurezas que se acumulan. Su aplicación debe contener ingredientes que aporten a tu piel los nutrientes que necesite según el estado en que esté.
5. Tonificación
Este paso se lleva a cabo para devolver a la piel a su pH ideal tras la aplicación de diferentes cosméticos y distintos procedimientos. Ayuda a “sellar” el proceso y a preparar la piel para su posterior tratamiento.
6. Hidratación
Durante la etapa de hidratación se aplicarán cosméticos emolientes adecuados a tu piel, que además de aportar hidratación, suavicen tu piel y le aporten protección ante factores externos como el frío, el sol, la polución, etc.
Dado que la piel se renueva aproximadamente cada 28 días, lo recomendable es realizar este proceso de higiene facial cada 3 o 6 meses, según el estado de tu piel y, por supuesto, del tipo de rutina cosmética que sigas.
Recuerda:
* La higiene facial es recomendable llevarla a cabo en un centro estético especializado mientras que la limpieza facial puedes y debes llevarla a cabo en casa.
* La higiene facial ayuda a tu piel a renovarse y a que tu rutina cosmética sea más efectiva.
* La limpieza facial es un paso esencial en tu rutina cosmética y puede determinar la salud de tu piel.
* Antes de lanzarte a buscar limpiadores por internet, busca ayuda en una profesional cualificada. La piel no es simplemente grasa, mixta o seca, también puede ser deshidratada, sensible, pigmentada, arrugada…
Son muchas las personas que me comentan que usan cosméticos caros, dejándose guiar por comentarios, y su piel no mejora.
No acumules cosméticos sin un asesoramiento personalizado. Déjame crear tu tocador cápsula y no invertas a lo loco. En lo que a la piel se refiere, todo influye, por lo que todo importa.